¿Qué es un sérum y para qué sirve?

Los sérums faciales son productos que se aplican en el rostro y en el cuello y sirven para hidratar en profundidad, ya que llevan mayor concentración de activos que las cremas hidratantes.

Su textura es más ligera y penetra más rápido en nuestra piel y además potencian los beneficios de tratamientos posteriores. Puedes encontrar sérums en el mercado para todas las edades y para cualquier tipo de piel.

Hay diferentes tipos de sérums: antimanchas, antiedad, hidratantes, para pieles con acné…
También los tienes en diferentes texturas como gel, aceite y emulsión.

Sérum para cada tipo de piel

Pieles secas

Para este tipo de pieles ingredientes como la glicerina y el ácido hialurónico, van a proporcionar una buena hidratación.

Pieles con acné

Ingredientes como el ácido salicílico, glicoico o dioico, son específicos para las pieles con granitos.

Pieles maduras

Hay sérums específicos con ingredientes para combatir las arrugas como el ácido hialurónico, el retinol y el colágeno.

¿Cuándo hay que aplicar el sérum?

El sérum se aplica siempre antes de la crema hidratante habitual, ya que su textura es de rápida absorción.

Hay que aplicarlo con la piel limpia, siempre después de que te hayas desmaquillado y echado tu tónico. Esto va a hacer que los principios activos del sérum estén en contacto directo con la piel.

Como hemos comentado antes, al ser una textura muy ligera, necesitarás poca cantidad de producto para poder cubrir el rostro, cuello y escote.

Para aplicar el sérum correctamente empieza por la parte interior del rostro y realiza movimientos circulares hacia la parte exterior. Aplícatelo en los dos rituales de belleza al día, por la mañana antes de tu crema y por la noche.

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